Los quesos artesanos son una especie en peligro de extinción. Antes de que desaparezcan, tienes que conocer las 4 variedades principales que no puedes dejar de probar.
¿Sólo hay cuatro tipos de quesos? Los amantes de este producto saben que hay decenas de variedades y que cada una refleja un origen animal, un proceso de elaboración, un tiempo de espera. En conclusión, cada queso es un mundo.
En nuestro caso, la influencia del campo es el secreto para que el producto sea 100% artesanal. Cuidamos de las ovejas como parte importante del proceso.
La composición de los quesos varía según la raza del animal, la época del año o los plazos de secado, por citar algunos factores. Los quesos artesanos son el resultado de la leche del animal coagulada. Se filtra el suero y se cuaja. Esta coagulación es la que conserva la materia grasa y el agua de la leche, aportando un sabor natural único.
El proceso se completa con la maduración del producto, que reúne un aroma, sabor y textura más intensos cuanto más tiempo pase. Así obtenemos quesos curados, blandos, semicurados o quesillas que también se pueden comprar por Internet.
Quesos artesanos: del curado a la quesilla
De todos los quesos artesanos que hay en el mercado, ¿cuál es el mejor? La respuesta es muy fácil: depende de la intensidad del sabor que te guste. Por eso vamos a detallar los 4 quesos imprescindibles que debes probar para saber cuál es tu preferido:
- Queso curado: maduración entre 10 y 12 meses, se le reconoce por un sabor fuerte y un olor intenso.
- Semicurado: lo habitual es dejarlo entre 2 y 3 meses. Combina el sabor suave con la textura firme.
- Queso blando: apenas necesita un mes de reposo, manteniendo la frescura de la leche recién ordeñada. En la textura, presentan una capa exterior más dura y un interior muy tierno.
- Quesilla: con 4 ó 5 meses se obtiene un queso ideal para los que buscan el punto medio entre el queso curado y el queso tierno. A esta variedad se le llama quesilla.
Quesos artesanos: nuestra apuesta
Nuestra apuesta es por el queso de oveja de toda la vida. La elaboración artesanal de Quesos Rico nace en la cría de nuestras propias ovejas, que pastan diariamente en los campos de Burgos y culmina en un alimento lleno de nutrientes donde garantizar la elaboración artesana.